No, señor Presidente Peña, los mexicanos no estamos unidos
alrededor de su figura, ni para apoyarlo ante los embates del presiente Trump,
a los que tan sumisamente ha respondido, no solo lesionando la dignidad
nacional, sino poniendo en peligro real la estabilidad económica y política del
país.
Es usted, efectivamente, un factor de unidad entre los
mexicanos, pero no por las razones que usted considera, no como nuestro
dirigente nacional, no como el padre de la patria, sino como un paria, un
hombre sin carácter ni habilidades para el gobierno. Una deslumbrante mayoría del país desaprueba su mandato, sus
medidas de gobierno y su figura, un maravilloso 86% de la población.
No tiene ya gran apoyo dentro de su partido, la mala
aplicación de sus ambiciosas “reformas estructurales” ha alejado de su lado a
los partidos que le apoyaron en el pacto por México, hoy niegan cualquier
relación con usted.
Es el presidente con el menor índice de aprobación que hemos
tenido, solo 14% de la población le aprueba de alguna manera. Mientras se sigue
equivocando, siguiendo los dictados de su amigo Videgaray, que alimenta su ego
diciendo que es usted un estadista, y que la negociación con Trump demuestra
ello; que hay que poner la otra mejilla.
Deje de negociar Con Trump, y envíe sus emisarios a
California, Texas y nueva York y los demás estados que dependen en enorme
medida del comercio con México, busque aliados políticos en Estados Unidos,
reúnase con empresarios norteamericanos cuyas fortunas dependan de su comercio
con México y viaje intentando reestructurar el TTP con México como uno de sus
lideres mas importantes, incorporando a China o India; lance una de sus siempre
simbólicas giras de trabajo internacionales y solo entonces, hasta ese momento
en que haya tejido una red de apoyo internacional, incluido el interior de los
Estados Unidos de América, siéntese a negociar con el presidente Trump. Cuando haya usted hecho su propia demostración
de fuerza, eso sería se un estadista, no lo que Videgaray le indica.
Y convoque a l unidad nacional, entorno a un proyecto de país
concreto, no para salvarse a sí mismo o su figura, sino realmente por México,
pues recuerde que no estamos reunidos a su alrededor, no pretenda que esa unión
nació cuando colocó una emblema nacional en su cuenta de Twitter, ni de su
campaña “hecho en México”. No se confunda, usted no es ni será factor de unidad
nacional, pero si puede ser quien encause esa unidad nacional hacia una meta
concreta, un proyecto de país que estamos para construir.